El amor y el histerismo

El amor y el histerismo

 

Desde hace unos años he conocido a varias personas capaces pero depresivas o inconstantes en su mayoría. Algunas lo atribuyen a que alguien les está haciendo brujería, otras han pasado desilusiones amorosas y otras mas están aburridas. Como parte del entrenamiento, dedico un día cada una o dos semanas a moverme en transporte público, para no acostumbrarme al coche. En estos momentos escribo en el metro, a tres asientos de mi un joven bien vestido se ríe de los chistes de una revista política. Solo. Eso es histerismo.

Las personas suelen buscar que su vida tenga un sentido, pero la mayoría no sabe ni por donde. Como Nagual he visto de todo, desde personas a las que les importa la persona, otras a las que les gusta la idea de jugar con ‘lo prohibido’, y casos extremos. Los tres casos mas frecuentes son:

 

  • Los inconquistables
  • Las personas de negocio
  • Los histéricos

 

Los inconquistables

Se dan en dos variedades, los que quieren que les digamos ‘si tienes razón, estas bien en todo eres maravillosa, sublime, perfecta, inteligente, etc. etc. etc.’, y los que quieren que les digamos que son valiosos. Las estrategias para manejar cada variedad varían. Sin embargo, decirle a una persona sobre lo realmente positivo de su actitud, casi nunca falla. Aunque llega un momento en que uno no sabe como quitárselos de encima. Esto es sencillo, los inconquistables suelen buscar al mismo tiempo dos cosas:

1) Que los destruyan. Si ellos sienten el salvajismo en uno, esperan que uno los destroce dándoles un fin de mártires. A veces dan ganas de hacerlo, por misericordia, pero rara vez vale la pena. El deber suele pedir dejar que se ahorquen solos. Lo único que pasa por lo general es que se alejen pensando que uno no era tan duro como parecía.

2)Poner una marca en su revolver. Al ver que uno tiene poder, se crea una situación de vampirismo. El mejor método que hay es ser sincero y noble en un desatino controlado, abriendo la puerta solo a una habitación llena de cruces y agua bendita. Si la persona vale la pena, se corrige, si no, se va , pensando que uno ya fue dominado.

NOTA: Por razones obvias deben evitarse las relaciones físicas con este tipo de personas. Por lo general una actitud noble y sincera es más que suficiente para que la persona huya. Si no es suficiente, o la persona se corrige o no tiene remedio, y en ese caso uno puede hacer lo que indica la justicia, el deber y la misericordia. Enfrentarse a los vampiros estaca en mano.

Las personas de negocios

Estas personas tratan de utilizarlo a uno para obtener una ganancia. Desde los que dicen ¿porqué no cobras por hacer esto? Hasta los que dicen, ven a la fiesta de equis, con el fin de presentarlo a uno y exhibirlo como un mono amaestrado. En los raros casos en que estas personas tienen algo que ofrecer, deben verse en grupos pequeños, y al menor indicio quitarse de en medio.

Los Histéricos.

En este grupo entran aquellos que se sienten solos y creen que el Nagualismo puede completarlos como personas, aquellos que se sienten sacudidos por entidades y fuerzas mas allá de su control. Hay histéricos depresivos e histéricos aburridos, que le ponen sentido a su vida con contactos con lo que caiga, sobrenatural o no. Cualquiera de los dos casos debe manejarse igual, Tenerles paciencia, ayudar en lo posible, pero no más. Cabe destacar que el verdadero histérico jamás es agresivo. Según mi experiencia, un histérico agresivo se convierte en un inconquistable y mentiroso compulsivo.

Ahora hablemos del amor, y porqué se eligió este nombre para la página. El amor es incompatible con el histerismo y mentiras. Mientras mas lento sea el amor, suele ser mejor. Sentir que el fuego quema nuestro pecho no es suficiente. Para que el amor perdure no debe haber motivo ulterior a implemente estar con la otra persona. En otros lugares he hablado de la afinidad y la poesía.

Un amor capaz de derribar murallas es digno de un poema, pero muy raro. Desgraciadamente el principio de aceptar a la persona como es, se desvirtúa hasta extremos opuestos, desde el conformismo vital hasta ‘nada es lo suficientemente bueno’

En una ocasión en la sierra el Nagual Andrés me pidió que localizara a la persona mas cercana. Hice algunos preparativos y empecé a caminar. A los veinte minutos llegamos a un lugar donde una pareja de jóvenes estaba copulando. Me quité de en medio y le pregunté si era algo relacionado con el amor o con el acto mismo lo que me permitió localizarlos. El contestó demasiado claramente. ‘No seas buey. ¿Es amor cuando un muchacho lleno de granos encuentra a Elena en una muchacha horrenda e imbécil?’

Durante meses pensé en eso, en que para no caer en el histerismo, muchos idealizan a la persona amada. Al pensar en esto inmediatamente me acuerdo de la frase de Anthony Hope en ‘El prisionero de Zenda’.

Hay algo más que amor.

A la otra persona siempre se le debe dar un primer lugar como persona, pero hay algo mas que amor. Si se olvida esa simple verdad, no hay nada que hacer. Se cae en el histerismo y tragedias y venganzas. El amor es. Las personas que son personas pueden conocer el amor. Las que no son personas siempre creen que lo conocen.

Hay algo más que amor.

Para los inconquistables es la vanidad y el orgullo, para las personas de negocios es el lucro y la mentira, y para los histéricos la histeria y depresión.

Hay algo más que amor, siempre. En mi caso particular es la Ley o Justicia. ¿En el de ustedes?


Alfonso Orozco – Septiembre 1999